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No, no es necesario ningún conocimiento previo. Sea cual sea la forma que nuestro viaje ha tomado en este mundo, la música siempre nos recordará nuestro camino a casa, es decir, al corazón. Somos seres musicales porque toda creación nace de la vibración y el sonido y estamos inmersos en un universo sonoro. Las variables de la música, como el ritmo, la melodía y la armonía se ponen en juego en nuestra relación con uno mismo, con los demás y con la vida.

No importa cuán profunda sientas tu herida en este momento, sin negarla, ni exponerla necesariamente a través de un relato verbal, vamos a dar un paso más, para que puedas experimentar ese espacio tuyo que nunca ha sido herido. Cuando te experimentas como esta presencia transparente de consciencia, entonces te conoces libre de toda herida.

Este enfoque no se trata de ir sanando aspecto por aspecto de tu identificación como persona, sino de conocer tu verdadero ser y experimentarte como la paz y la dicha que emergen de ese reconocimiento.

Indudablemente este enfoque de la música te va a aportar muchísimo porque te invita a una exploración de los tonos musicales, de los colores melódicos, que no se enseña en las escuelas de música o conservatorios. Toda la aproximación desde el misticismo de la música y el sonido te puede ayudar a profundizar mucho tu experiencia musical y tu creatividad y expresión artística. Y sobre todo, a usar conscientemente la música como medicina y alimento del alma, con vos mismo y con otros.

Significa esencialmente que vamos a indagar la división primordial a través de la cual nos miramos y miramos el mundo. Esta división primordial es entre sujeto y objeto, o entre «yo» y «no-yo», o entre mente y materia, toma distintas formas de expresarse, pero básicamente crea en nuestro interior el sentimiento de que estoy separado de aquello que percibo o de aquello que conozco (el sujeto está a una distancia del objeto).

Ese sentimiento, que es esencialmente una herida, crea la experiencia llamada «ego» o personalidad separada. Es decir, que es la raíz de toda experiencia de sufrimiento y como es en esencia una herida, crea la experiencia de la carencia.

Vamos a darnos el espacio de explorar este sentimiento, esta creencia, a ver si nuestra propia experiencia la confirma o la desmiente.

Vamos a comprender que cuando lo que queremos es conocernos a nosotros mismos,

ya no nos funciona el plan sujeto-objeto, porque no podemos dividirnos para conocernos.

No dualidad también implica que aquí y ahora no puede haber ninguna distancia entre nosotros y nuestro ser, que el auto conocimiento no es un proceso en el tiempo sino una posibilidad, un despertar a este momento y a la revelación de este momento como un misterio libre de todo lo que proyectamos y creamos sobre él.

Ninguno. No practico ninguna religión, excepto, con decía el maestro sufi Ibn Arabi, la religión del Amor. Mi trabajo no promueve ninguna religión ni se opone a ninguna religión.

Aquí vamos directo al espíritu, al ser, al corazón o como quieras llamarlo.

La religión es una forma cultural que ha modulado de distintas manera, el despertar espiritual o la realización interior de santos, profetas y seres extraordinarios y que siempre se han creado luego de que sus inspiradores han partido de este mundo.

Esto no es una crítica sino un hecho. Si una práctica religiosa te aporta paz y felicidad explórala, si no lo hace, suéltala, tan simple como eso.

Rumi decía: hay un campo más allá de la religión y la incredulidad, allí te espero.

Ninguna creencia es necesaria para experimentar nuestra verdad interior.

El canto tiene múltiples beneficios, tanto a nivel físico, mental, emocional y espiritual, abarca todas nuestras dimensiones, lo cual ya es un beneficio en sí mismo.

  • -Mejora la Salud Respiratoria: Fortalece los músculos respiratorios y mejora la capacidad pulmonar.
  • -Al mismo tiempo, me invita a ser consciente de mi proceso respiratorio, lo cual es en sí mismo una práctica meditativa
  • -Reduce el estrés y la ansiedad activando la liberación de endorfinas
  • -Puede generar una sensación profunda de bienestar y gratitud
  • -Ayuda a la conexión y expresión de las emociones, liberando la energía vital
  • -Ayuda a relajar los músculos, aliviando tensiones acumuladas en el cuerpo.
  • -Estimula la creatividad, permitiendo nuevas formas de expresión, más allá de las palabras.

San Agustín decía: cantar es rezar dos veces. Es decir, a nivel espiritual el poder del canto y la música no conoce limites, porque nos conecta, justamente, con lo infinito, Dios, o como quieras llamarlo.

Cada experiencia es única, y más allá de estos beneficios a nivel general, el canto te da una sensación de intimidad con tu propio ser, que se vuelve siempre una experiencia única. No necesitas ser un experto; simplemente permítete explorar tu voz y descubrir los beneficios por ti mismo

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